Luego de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina, a partir del 2021 también es legal en Corea del Sur. Así lo dictaminó el Tribunal Constitucional en una resolución.
Durante 67 años las personas con capacidad de gestar y los profesiones de la salud podían ser multados o encarcelados por realizar abortos. Sin embargo, en 2019 se impulsó una reforma para modificar esta normativa, y entró en vigencia a partir de enero de este año.
«La prohibición del aborto limita los derechos de las mujeres a perseguir sus destinos y viola sus derechos a la salud porque limita su acceso a procedimientos seguros y puntuales», expresa la reforma.
Roseann Rife, directora de Investigación de Amnistía Internacional sobre Asia Oriental, dijo en un comunicado de prensa: “La resolución es un gran paso adelante para los derechos humanos de las mujeres y las niñas en Corea del Sur. Los abortos se practicarán siempre, independientemente de la ley. Esta sentencia significa que deben practicarse de forma segura y legal».
Sin dudas se trata de una conquista de los movimientos feministas mundiales y particularmente de ese país, que hace años lucha por los derechos sexuales y la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos.

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