La suerte del nuevo gabinete de Perú, el cuarto del presidente Pedro Castillo desde su asunción, se jugará el martes 8 de marzo, en la sesión en la que el Congreso definirá si le da su voto de confianza.
El anuncio de la fecha lo hizo este miércoles la titular del Congreso, la opositora María del Carmen Alva, junto a jefes de algunas de las bancadas del diezmado legislativo peruano.
«Hace dos días, el primer ministro (Aníbal) Torres dijo que este Congreso era golpista y que complotaba para derrocar al presidente, buscando ahondar la crisis. Queremos decirles a todos que el Congreso tiene un solo objetivo, que es el de conseguir un Perú mejor», remarcó Alva.
La diputada aparece cuestionada porque trascendieron algunas reuniones aparentemente secretas que tuvo con otros legisladores para avanzar en un plan de vacancia contra el presidente Castillo, iniciativa que el oficialismo consideró «golpista».
«Nosotros creemos en el diálogo y la concertación. Por ello queremos anunciar que lo recibiremos (al nuevo gabinete y a Torres) para oírlo el 8 de marzo. Tiene más de 20 días para reflexionar, para plantear y ver qué hacemos juntos por nuestro país. Lo esperamos. El Perú espera sus respuestas», manifestó Alva.
La parlamentaria de Acción Popular aseveró que el país «ya sufrió mucho, y estuvo dividido» y le pidió a Torres que «no prolongue esto». «Póngase a la altura de las necesidades nacionales en lugar de inventar complots; nuestro país espera mucho más de nosotros», insistió.
Después de las revelaciones de algunos medios sobre esas reuniones de opositores para promover la salida de Castillo del cargo, Torres advirtió sobre la existencia de un «plan secreto» para dar un golpe de Estado mediante la destitución del presidente.
«No solo proclamaron la teoría del supuesto fraude, sino ahora pretenden urdir en secreto un plan para generar un golpe de Estado mediante la vacancia presidencial, acusación constitucional o la renuncia», señaló entonces el jefe de ministros.
También en respuesta a las reuniones de la oposición, la ministra de Trabajo, Betssy Chávez, presentó una denuncia constitucional contra Alva.
La titular del Congreso insistió este miércoles en su llamado al diálogo: «En 200 años de independencia, el cuerpo ha buscado siempre el consenso, el diálogo y la concertación, y en esta oportunidad no será la excepción», dijo, según la estatal agencia Andina.
Lejos de negar las reuniones opositoras, la aceptó, aunque aclaró que el encuentro fue «en busca de un solo objetivo: un Perú mejor».
«Los congresistas nos reunimos y nos seguiremos reuniendo de manera constante», aseveró, y defendió la meta de lograr «propuestas de consenso para salir adelante, respetando la legalidad y la Constitución».
El lunes último Torres le había enviado una carta a Alva para pedir día y hora de su presentación ante el pleno para lograr el voto de confianza.
«En esta oportunidad, expondré la política general del Gobierno y las principales medidas que requiere la gestión, así como una propuesta de fortalecimiento de la democracia en nuestro país, que estoy seguro contribuirá al sostenimiento de la paz social y el progreso», escribió entonces Torres, el cuarto jefe de Gabinete de Castillo.
En busca de sumar respaldos, el primer ministro se reunió este miércoles con los bloques de Somos Perú, Perú Democrático, Juntos por el Perú, Partido Morado y Podemos Perú, y el lunes lo hará con la bancada de Acción Popular, señalaron los diarios El Comercio y La República.
En la noche del martes 8 de este mes, Castillo tomó juramento a su cuarto gabinete en poco más de seis meses de gobierno -y el segundo en una semana-, encabezado por Torres, de 79 años y hasta entonces ministro de Justicia.
El nuevo equipo sucedió al que estaba encabezado por el legislador extrapartidario Héctor Valer, cuestionado no solo por motivos políticos sino por denuncias de violencia familiar, y tiene 6 nuevos ministros de los 18 responsables de carteras.
Si el gabinete no logra el voto de confianza de la mayoría de los 130 legisladores, está obligado a renunciar y Castillo debe designar otro jefe de Gabinete, y si el Congreso rechaza dos veces al equipo elegido por el mandatario, éste puede disolver el cuerpo y convocar a comicios parlamentarios extraordinarios.
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