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La mejor COP de la historia llega ya demasiado tarde

¡Compartilo!

Por Josep Xercavins y Olga Alcaraz (*)

 Todos los títulos traen, como en este caso, muchas ideas comprimidas, pero sí, efectivamente y con toda humildad, consideramos que acabamos de vivir la mejor de las 26 COPs que se han realizado a lo largo de la historia. Hemos seguido con mucha atención todas las COPs que se han realizado durante este siglo XXI (por lo tanto 21 de las 26 realizadas), con menor intensidad al principio y, con la máxima posible -presencial y activistamente-; entre otras, las de Copenhague en 2009, la de París en 2015 y, en estas dos últimas semanas, la de Glasgow de este 2021.

Se ha tardado años en conseguirlo, pero finalmente y por primera vez en la historia el mejor último conocimiento científico, que el IPCC dio como consensuado en 2018 en el informe SR1.5 que le había encargado la COP de París, se recoge textualmente en el artículo 22 de la decisión política clave final de la CMA3 de la COP26 de Glasgow.

Textualmente dice: 22. Reconoce que limitar el calentamiento global a 1,5 °C requiere la rápida, profunda y sostenida reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero […] en un 45% por ciento en 2030 en relación con el nivel de 2010 y a cero netos hacia mediados de siglo […].

¿Y cómo podemos explicar que en esta COP26 haya quedado recogido el objetivo más importante y sobre todo más fuerte jamás recogido en una declaración y/o decisión final de una COP? Pues porque según otro informe que, de forma preceptiva, debía realizar y presentar públicamente el mes antes de empezar la COP de Glasgow, el Secretariado de la Convención Climática, de acuerdo con los Compromisos Nacionalmente Determinados (los “famosos” CNDs-NDCs) presentados y registrados oficial y actualmente en/ante la Convención, las emisiones que se producirán globalmente, desde ahora hasta el 2030, crecerán en un 13,7% respecto a las de 2010.

Ante esta terrible constatación de divergencia (entre la ciencia y la realidad) -que es la que actualmente está llevando a la humanidad a la mayor catástrofe y sufrimiento que habrá vivido nunca en su historia- nadie ha podido detener que lo que desde hace cierto tiempo es el eslogan más famoso de la lucha actual contra el cambio climático: Keeping 1,5 alive (Mantener el 1,5 vivo), se apodere por completo, se reconozca explícitamente una vez más (como parte del objetivo del Acuerdo de París que era y es) y, en el citado artículo 22 de la Declaración final de la CMA3 de la COP 26 de Glasgow, se recoja la meta que hay que alcanzar -globalmente y de acuerdo con la ciencia del IPCC- para conseguirlo.

Este hecho, que, para quienes escriben, hace de esta COP la mejor de la historia de las COPs, sólo tiene un gran y muy grave problema: ¡que llega ya demasiado tarde! La reducción de emisiones a realizar en los 9 próximos años es, de acuerdo también con el conocimiento científico actual y, por lo tanto, con las tecnologías que tenemos y tendremos a nuestra disposición durante estos 9 próximos años, imposible de conseguir. Pasar de estar caminando, “bien tranquila e hipócritamente”, hacia aumentar las emisiones en un 13,7% a reducirlas en un 45% requeriría en la práctica -e intentando dar una imagen didáctica de lo que supondría hacerlo- detener, parar física y económicamente hablando, prácticamente por completo el nivel y el ritmo de vida que todas las ciudadanas y ciudadanos de todos los países desarrollados del mundo, y de alguna de sus economías emergentes, llevamos actualmente. ¡Ya se ha llegado tarde!

Al afirmar, sin embargo, que acabamos de vivir la mejor de las 26 COPs que se han realizado a lo largo de la historia, nos basamos también en el hecho de que en el artículo 3 de la CMA3 de esta COP 26, entre otras cosas muy importantes, se recoge por primera vez en la historia -a pesar de la acérrima oposición, hasta el último segundo de las negociaciones, del Sr. Kerry- un concepto paradigmático clave de la ciencia actual sobre el calentamiento global.

Textualmente dice: 3. Expresa alarma y máxima preocupación por el hecho de que las actividades humanas hayan provocado alrededor de 1,1 ° C del calentamiento hasta la fecha, que los impactos ya se están sintiendo en todas las regiones, y que los presupuestos de carbono compatibles con el logro del objetivo de temperatura del Acuerdo de París son ahora pequeños y se agotaran rápidamente.

Efectivamente, para no sobrepasar los 1,5 oC, el presupuesto global de carbono de CO2 que aún podemos enviar a la atmósfera es, con un 83% de probabilidades y de acuerdo con el IPCC, de 300 GtCO2. Al ritmo actual de 40 Gt anuales de CO2 (que siendo muy optimistas a lo sumo se estabilizará), dentro de 7 años las actividades humanas habrán provocado alrededor de 1,5 oC de calentamiento global. Tenemos que insistir otra vez en que, tristemente, hemos llegado ya demasiado tarde.

¡Continuará!

Gentileza de Other News

(*) Josep Xercavins , Profesor jubilado de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) –  Olga Alcaraz, Profesora directora del Grupo de Gobernanza del Cambio Climático (Grup sobre Governament del Canvi Climàtic,  GGCC, de la UPC) .