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No estamos prisioneros

Contra Mitre - columna editorial del Dr. Luis Alen
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Armando Tejada Gómez fue un gran poeta mendocino, cultor de un arte comprometido y a
la vez popular. Autor de versos que forman parte del imaginario común, supo pintar como
nadie las desigualdades de un sistema injusto, como aquellas líneas que golpeaban diciendo
que a esta hora exactamente hay un niño en la calle. Muchos de sus poemas se hicieron
canto en la voz de grandes artistas, como la inmortal Mercedes Sosa. Tuve el privilegio de
conocerlo, siendo yo apenas un chico, porque cultivaba la amistad de parientes míos, como
el pintor Enrique Sobisch -que ilustró varios de sus poemarios- o el guitarrista Eduardo
Aragón.

Una vez escribió versos a los que Horacio Guarany puso música y canto: Estamos prisioneros
carcelero, yo de estos torpes barrotes, tú del miedo. A esta altura se preguntarán qué tiene
que ver todo esto con la tormentosa actualidad política que nos atraviesa en estos tiempos
preelectorales. Pues bien, un spot de campaña protagonizado por la inefable saltimbanqui
dedica su tiempo a mostrarnos la enorme cárcel que piensa construir en caso de ganar la
presidencia, a la que denominaría Cristina Fernández de Kirchner. Por si a alguno le hubiera
pasado inadvertido el sentido del videíto, en diálogo con LA NACIÓN -con quiénes, si noaclaró que “El kirchnerismo se ha apropiado de todo, le ha puesto Néstor Kirchner a todo,
ha generado adoctrinamiento. Por eso, pensamos que un edificio público como lo es una
cárcel podría llevar el nombre de la doctora”.

Acuciada por las encuestas que no paran de mostrarla en baja y lejos del ballotage, la ex
ministra que supo quitarles el 13% de sus ingresos a jubilados y empleados públicos no
encuentra mejor tema que prometer que va a terminar con el kirchnerismo. Acaso porque
cada vez que quiso hablar de algún tema serio no logró dejar en claro nada más que su
enciclopédica ignorancia, ha dejado que otros se encarguen de esas cosas. Alegremente,
saluda a los estudiantes en el día de la primavera e ignorando que los destinatarios son niñxs
y adolescentes les propone que se tomen un vinito. Materia esa de la que al parecer conoce
bastante.

Mientras tanto, el loco de la motosierra intenta pasar por cuerdo (o al menos por no tan
loco) y se desdice y contradice con sus propios asesores, mientras se trenza en una pelea
con su ex patrocinador, que ahora lo ve como a un posible dictador lo que provoca una
convulsión en la peluca y la promesa que si gana le va a dar de baja sus negocios. Todo
mientras charla y acuerda muy amigablemente con lo peor de la casta sindical.
Pablo Sirvén cuenta el romance entre un ex relator de futbol, devenido en influyente de la
política, y el vociferador de moda: “La buena onda con Milei incluye intercambios de regalos
sugerentes, como el ayuda memoria del discurso que pronunció en la noche de su triunfo en
las PASO, que le obsequió a Fantino, y la estatuilla de Leónidas (el rey espartano, héroe en
su batalla muy desigual contra los persas) que el conductor le cedió a su invitado preferido”
(24/09/2023: Milei, Eurnekian y Fantino: del rating a las urnas). Tal vez ese vínculo explique
la salida del ex relator de las huestes de América y su pase al Canal 9. Lo que no explica es
por qué la pantalla televisiva está tan degradada como para que los modismos sin contenido
de uno y los disparates del otro alimenten el rating semanal.
Para enturbiar más el panorama, siempre son útiles las columnas de la Tribuna de Doctrina.

El 24/09/2023 Mar^n Rodríguez Yebra anuncia: “Milei, Cristina y el peronismo: las Fuerzas
del Cielo chapotean en el barro” y nos cuenta que “En busca de una página de coherencia,
Milei reivindica a Carlos Menem, a quien tanto apoyó Barrionuevo 35 años atrás”. Muy
coherente, el desmelenado aullador. Eso sí, el escriba nos aclara que “A diferencia de
Menem, que decía no lo hubieran votado si contaba en campaña lo que pensaba hacer, Milei
parece sugerir que no hará aquello que prometió hasta ahora. El Conicet no se cierra si no
que cambia de nombre. La dolarización es, en realidad, competencia de monedas. El ajuste
del Estado se reduce a los cargos políticos, no a los empleados. Los planes sociales no serán
eliminados. La motosierra hace ruido pero no corta, como la que usa en las caravanas de
campaña”. Es que al neomitrismo le cuesta abandonar a Juntos por el Cambio, esa mezcla
rara en la que cifró sus esperanzas, sobre todo cuando al de la motosierra se le da por hablar
de periodistas ensobrados. Aunque de última, como sus propuestas no difieren mucho del
gusto de LA NACIÓN, habrá tiempo para acomodarse.

Al inefable Joaquín Morales Solá le preocupen los modales de Milei. Por supuesto, lo hace
con voces del extranjero, que siempre le suenan mejor que las autóctonas: “La elite
empresaria argentina se ha mostrado en gran medida escéptica respecto de Javier Milei”,
precisó el prestigioso diario británico Financial Times. Por su parte, la revista también
británica The Economist, la publicación más influyente en la economía mundial y uno de los
más creíbles profetas del liberalismo, puntualizó que Milei representa “un peligro para la
democracia”; lo calificó como un “académico excéntrico más que como un aspirante a
presidente”. “A pesar de sus credenciales neoliberales, apunta The Economist, el candidato
presidencial Nene una vena autoritaria” (24/09/2023, “Temor frente a la violencia verbal de
Milei”).

Su amor por la prensa británica no le alcanza a Morales para no dejarse llevar por viejas
mañas, por lo que se le da por reescribir la historia a su gusto: “La Comisión Interamericana
de Derechos Humanos de la OEA intervino directamente en el país para velar por el derecho
de las personas solo en dos oportunidades en el pasado reciente: durante el gobierno militar
y cuando mandaba Cristina Kirchner. Hasta esos extremos llegó la agresión del cristinismo
a la prensa”. Falso. La CIDH vino en 2009 para celebrar los treinta años de aquella visita
durante la dictadura. En el acto, celebrado en el Espacio para la Memoria y para la
Promoción y Defensa de los Derechos Humanos -ex ESMA- Cristina anunció que en
cumplimiento de la sentencia dictada por la Corte en el caso Kimel estaba enviando al
Congreso un proyecto de ley para despenalizar las calumnias e injurias en casos de interés
público, lo cual fue celebrado por los comisionados y por la entonces relatora para la
Libertad de Expresión de la OEA, Catalina Botero. Vale recordar que el caso Kimel llegó al
Sistema Interamericano de Derechos Humanos por los fallos dictados por los tribunales
argentinos en épocas en que gobernaron Carlos Menem y Fernando de la Rúa. El proyecto
se aprobó y la Corte declaró que el Estado “ha dado cumplimiento total” a su obligación
de adecuar su derecho interno a la Convención Americana, corrigiendo las imprecisiones
normativas vinculadas con la materia, y consecuentemente, “satisfaciendo los
requerimientos de seguridad jurídica” y garantizando un “adecuado ejercicio del derecho a
la libertad de expresión” (Resolución del 18/05/2010). Don Joaquín Pinocho debería
medirse la nariz, cada vez que publica una columna.

En fin. Todo vale si es contra el odiado populismo. Por otra parte, Victoria Villarruel ha
adoptado como propio el programa de LA NACIÓN de reivindicación de los genocidas. En la
misma sintonía que la candidata a Vicepresidenta, el pasquín de los Mitre-Saguier insiste en
condenar un fallo de la Jueza Servini de Cubría, que siguiendo lo que es jurisprudencia
pacífica en la materia, consideró que los hechos cometidos por particulares no pueden ser
considerados crímenes de lesa humanidad y consecuentemente, están prescriptos. La
editorial del 25/09/2023 (Asimetrías de una justicia ideologizada) sostiene “Que el
propio Ministerio de Justicia y la Secretaría de Derechos Humanos ratifiquen que las causas
contra organizaciones políticas de los 70 ‘no son crímenes de lesa humanidad’ revela la tan
oscura como asimétrica concepción ideológica que muchos pretenden imponer desde el
poder”. No es cierto.

Como la misma nota lo dice, el Estatuto de Roma habla de un ataque generalizado contra
la población civil. Ninguna de las organizaciones que tomaron el camino de la lucha armada
desató un ataque contra la población civil. Sí lo hicieron quienes transformaron al Estado
en terrorista y desataron un plan criminal, caracterizado por la violación masiva y
sistemática de los derechos humanos, para disciplinar a la población mediante el terror y
así imponer el modelo económico que encabezaba José Alfredo Martínez de Hoz, al cual
aplaudió LA NACIÓN y que en poco o nada difiere de los que proponen Patricia Bullrich y
Javier Milei.

Miente también LA NACIÓN cuando dice que se han cobrado millonarias indemnizaciones
reparatorias fraudulentas. La reparación de los crímenes del Terrorismo de Estado opera en
virtud de las obligaciones que la pertenencia al Sistema Interamericano de Derechos
Humanos impone al Estado argentino, y que surgen de instrumentos internacionales que
gozan, desde 1994, de jerarquía constitucional. Fueron establecidas por leyes votadas por
el Congreso. Mal que le pese a personajes como Villarruel y a los escribas de LA NACIÓN, el
proceso de Memoria, Verdad, Justicia y Reparación sigue vigente y así lo entendió la UNESCO
al declarar patrimonio de la humanidad al Museo ubicado en el Espacio para la Memoria y
para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos -ex ESMA-.

El Comité Intergubernamental de Patrimonio Mundial de la UNESCO sostuvo que “La
Argentina debe ser felicitada por traer esta nominación y buscar justicia por los hechos
cometidos por la dictadura contra oponentes armados y no armados y entender la influencia
global y la resonancia de estos eventos en el Museo ESMA”. Clarísimo.
Transformar lo que fue un horrible centro clandestino de detención, tortura y exterminio en
un SiSo de Memoria fue una de las mejores iniciativas del gobierno de Néstor Kirchner,
llevada adelante por quien fuera el arquitecto de las políticas públicas de derechos humanos
que caracterizaron al período, el inolvidable Eduardo Luis Duhalde. Contra los que quieren
transformar al país en una cárcel, se alza la Memoria como arma de combate.
Decían aquellos versos de Tejada Gómez: “Como el que se prende fuego andan los presos
del miedo. De nada vale que corran, el incendio va con ellos”. El miedo es de ellos, las
esperanzas del pueblo.
Ya no estamos prisioneros.