Luego de conocerse el ataque de Rusia a Ucrania en la madrugada del jueves una de las palabras más esperadas eran las de Natalia Oreiro. Su nombre fue tendencia en las redes sociales por la gran cercanía con el país que preside Vladimir Putin, en donde es ídola, y en noviembre pasado tanto ella como su hijo recibieron la ciudadanía.
En las últimas horas la actiz decidió romper el silencio a través de su cuenta de Instagram. En sus historias, publicó un dibujo de dos personas, una con los colores de la bandera de Rusia y otra con los de Ucrania, y ambas tratando de alcanzar dos palomas. “Queremos paz”, escribió tanto en idioma ruso como en español.
Meses atrás, cuando compartió imágenes de la ceremonia en la que le entregaron los pasaportes junto a su pequeño, Merlín Atahualpa, Oreiro escribió: “Como un puente de amor entre el Río de la Plata y Rusia, así me siento hoy. Emocionada y agradecida por este símbolo de hermandad entre dos culturas con mucho en común”
Natalia aclaró que su idea no era irse a vivir allí, sino que se trataba de algo simbólico y que era una manera de agradecerle a los rusos todo el amor que le brindaron a lo largo de su carrera.
Su vínculo con el país comenzó a mediados de la década del 90, cuando las ficciones y telenovelas argentinas se vendían al exterior. Su primer viaje al país fue en 2001. Dos años más tarde brindó 30 conciertos, con alrededor de 12 mil espectadores en cada uno. Luego realizó en Moscú una miniserie llamada Al ritmo del tango y vivió un tiempo en la ciudad.
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