El nivel de actividad económica sigue sin encontrar un piso y, aún peor, sin encontrar estímulos para iniciar el proceso de recuperación por la falta de incentivos al desarrollo del mercado interno y la caída de precios internacionales que traccionen desde el frente externo.
Y si bien en julio hubo algunos indicios de mejora en el nivel de actividad, siguen siendo frágiles y condicionados por la política económica oficial que prefiere ahogar los pocos focos de reactivación para privilegiar el proceso de reducción de la inflación, que encontró un piso difícil de perforar en el 4% para el IPC y en 3,8% para la núcleo
En junio, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una caída del 3,9% en la comparación interanual y de 0,3% respecto de mayo en la medición desestacionalizada. Pero cuando se resta el efecto estadístico de la salida de la sequía el derrumbe es peor. Sin agro, la caída de junio es de 8,8% y el acumulado del año es de un retroceso de 6,6%.
En julio, según FIELl la actividad industrial siguió desplomándose. El Índice de Producción Industrial de Fiel registró una contracción de 5,2% frente al mismo mes del año pasado.
“El EMAE de junio viene a confirmar que la economía se sigue contrayendo desde que asumió Javier Milei. Estamos muy lejos de la recuperación en V que decía el Gobierno que veríamos a mediados de año”, evaluó el economista Alfredo Schclarek Curutchet, profesor de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador Conicet. Y describió: «Está caída continúa de la actividad es lógico que suceda porque el Gobierno ha implementado un ajuste fiscal muy fuerte que ha reducido el poder adquisitivo de los salarios, ha aumentado el desempleo y las empresas han visto caer el uso de la capacidad instalada (las máquinas en funcionamiento)”.
Schclarek Curutchet consideró que “erróneamente el Gobierno plantea que los empresarios deberían confiar en la política macroeconómica y aumentar sus inversiones. Lo que no entiende es que un empresario que ya tiene la mitad de sus máquinas paralizadas, no va a invertir”.
Para Juan Graña, economista e investigador del Conicet, el dato del Indec «confirma que la evolución vista en mayo no implicó el inicio de la recuperación como la anunció el gobierno. Inclusive ese dato (el de mayo) fue corregido a la baja lo que indica lo frágil que era ese dato para anunciar la recuperación».
Por otro lado, «a nivel de sectores vemos una economía con una dinámica muy heterogénea. Mientras el agro muestra excelentes números (resultado de la sequía de 2023), sectores muy relevantes como Construcción, Industria y Comercio muestran caídas cercanas al 20%”, afirmó.
El economista de la UNdeAv, Pablo Ferrari, destacó que “el primer dato es que no hay recuperación sino caída de la actividad en general: en junio cayó 0,3% respecto a mayo en la medición desestacionalizada”.
“El segundo dato es que el comportamiento de la actividad es un fiel reflejo del modelo económico en marcha porque mientras caen la construcción, la industria manufacturera y el comercio mayorista (las actividades que generan más empleo y más relacionadas al mercado interno), suben las industrias primarias como agricultura, ganadería y minería (las actividades que generan menos empleo y más relacionadas al mercado externo)”, señaló
El tercer dato que destacó Ferrari fue que, “para la actual gestión, la actividad continúa siendo una variable dependiente de la inflación, su gran y unilateral apuesta”.
El director de la consultora Epica, el economista Martín Kalos, señaló que existen tres sectores que “realmente siguen creciendo” que identificó como el minero y el hidrocarburífero a los que se sumó el agro “gracias a justamente el rebote post sequía”.
Pero como novedad, consideró que en junio “hay sectores que están empezando a encontrar un piso”, como la construcción, mientras “todo el resto de los sectores que venden más orientados al mercado interno, siguen mostrando cierta caída, si bien se desacelera bastante respecto a meses anteriores”.
“La industria, el comercio, los servicios financieros, son todos sectores que siguen mostrando retracciones en su nivel de actividad, y esto tiene que ver obviamente con que seguimos teniendo un mercado deprimido”, señaló.
Kalos advirtió que el mercado interno seguirá deprimido porque “el salario recién está empezando a recuperarse de a poco, pero con menos empleo y más amenazas de despidos”, y empresas que están que “están sobreviviendo haciendo uso de capital acumulado previamente”.
Los empresarios “están desahorrando, poniendo plata de su bolsillo para pagar salarios, en sectores que están trabajando al 40% de su capacidad instalada”, con “el gasto público que sigue cayendo en términos reales y una inversión que sigue siendo bajísima” y en ese contexto el único sector que tracción son las exportaciones del agro afectadas por la caída de los precios internacionales, especialmente de la soja.
Para Kalos, la economía seguirá en este piso de actividad “hasta que haya alguna medida concreta que empuje a que esto comience a mostrar alguna recuperación”.
Fuente: El destape
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