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LAS NEURONAS EXTRAVIADAS

"Contra Mitre" columna editorial del Dr. Luis Alen, Director de la Licenciatura en Justicia y Derechos Humanos de la UNLa.
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Por Luis Hipólito Alen – Megafón/Universidad Nacional de Lanús

La proximidad de las elecciones, y la sospecha de que el gobierno puede salir airoso de las mismas, parecen causar efecto en nuestra derecha retrógrada y por consiguiente, en los medios de comunicación que son sus voceros históricos. Si bien en estos tiempos sus argumentos no son un modelo de claridad intelectual, pareciera que la posibilidad de que el Frente de Todos alcance la mayoría en el Congreso ocasiona un extravío neuronal que hace perder el rumbo a los escribas de LA NACIÓN (y sus primos del clarinete mentiroso, aunque no sea objeto de estas columnas). 

El 07/08/2021 Jorge Fernández Díaz, el novelero oficial de estos medios, llama a “Una rebelión contra el macartismo intelectual”. No es que se arrepienta de las persecuciones contra el populismo y la izquierda a las que suele llamar de modo más o menos explícito, y que haya decidido hacer un mea culpa público. Nada de eso. El folletín semanal es para hacer la apología de Sandra Pitta, justamente alguien que es una contradicción ambulante pero que tiene una sola cosa clara: su desprecio por todo lo que se parezca al kirchnerismo. Seguramente eso es lo que atrajo al novelero, que hace enormes esfuerzos por tener alguna idea, esfuerzos sin mucho resultado. 

Sandra Pitta se hizo famosa por haberse enfurecido cuando un numeroso grupo de científicos del CONICET firmó una solicitada a favor de las candidaturas de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Esa furia la llevó a firmar otra solicitada en apoyo a las candidaturas de Cambiemos. Hasta ahí, nada relevante. Pero Pitta dijo que se sentía atemorizada y que creía que por haber firmado la solicitada la echarían del CONICET. Alberto Fernández se refirió al tema y le dijo que no tuviera miedo. La reacción de la farmacéutica y biotecnóloga fue sentirse escrachada. Curiosa reacción, inmediatamente multiplicada por los medios de la derecha que comenzaron a transformarla en un ícono, la científica que estaba contra el populismo. Tan pocos científicos tienen que la recibieron como a una profetisa. Y pagó esa adhesión con creces: en diciembre de 2020, por dar un ejemplo, justo antes de fin de año se paseó por todos los programas de LA NACIÓN +, el canal de televisión del mitrismo, y disparó rayos y centellas contra el gobierno, por haber contratado la vacuna Sputnik V. 

Sus motivos fueron los mismos de los políticos opositores, disfrazados de visitadores médicos junto a los empleados de los medios, todos clamando traigan la Pfizer. No importaba el prestigio del Instituto Gamaleya ni la aprobación de la ANMAT, para Pitta si la vacuna era rusa había sido adoptada por razones ideológicas. Exacta manera de practicar el macartismo, descalificar al adversario por pensar distinto. Absurda manera, porque en una muestra de la ignorancia supina que caracteriza a nuestros derechosos paleolíticos siguen creyendo que la Federación Rusa es la Unión Soviética y que Putin y los suyos forman parte de la nomenklatura bolchevique. Aunque hayan pasado más de treinta años desde la caída del muro de Berlín. 

Pero Pitta le sirve al novelero para escupir sus propias dosis de macartismo: “El kirchnerismo, como una fuerza de ocupación, se ha propuesto desde hace casi veinte años copar segmentos cruciales de la enseñanza superior, con intención de adoctrinamiento y de crear verdaderas usinas intelectuales de la política oficial. Dominan las cátedras, manejan los fondos, direccionan los programas y los premios, y llevan la voz cantante en lasreuniones y los chats de camaradas; ejercen patrullaje ideológico permanente y propenden a los comisariatos políticos y a la adscripción entusiasta, o al menos a la mansedumbre silente de quienes no están convencidos. Este estalinismo de claustro reduce a la nada la discusión abierta y los debates de ideas: si alguien saca los pies del plato, es reprendido y acorralado; lo postergan, lo castigan, lo aíslan, lo borran. Lo cancelan. Al amigo todo, al enemigo ni justicia”. Neuronas extraviadas. El kirchnerismo ataca desde antes de existir, parece. ¿Fuerza de ocupación? ¿Cómo llamar así a una fuerza política que siempre se sometió a la expresión de la voluntad popular, ganara o perdiera las elecciones? Debería enterarse el escriba del grupo Mitre-Saguier que el kircherismo, en toda su historia, nunca tuvo el control de la Universidad de Buenos Aires. Los fondos de la misma estuvieron, casi siempre, en manos de adherentes a las versiones marchitas de la Unión Cívica Radical, hoy aliada de la peor derecha. 

Han sido los representantes de esa derecha los que históricamente expulsaron de las cátedras a los que pensaban distinto. Recuerden lo que pasó en la noche de los bastones largos, cuando Onganía se apoltronaba en la Rosada y prometía treinta años de dictadura. O cuántos científicos y catedráticos fueron víctima de la última dictadura genocida. O más cerca en el tiempo, cuando Domingo Felipe Cavallo mandaba a los científicos a lavar los platos. 

Terminemos con el novelero, que cierra su columna soñando con una rebelión, que en los usos de la derecha, se traduce en un golpe de estado como el que apoyaron en Bolivia hace menos de dos años. Dice Fernández Díaz: “El propósito consiste en construir castas de intelectuales al servicio de un sistema de poder, que los remunera por los servicios prestados y los requiere de vez en cuando como escudos humanos, como coartada para políticas indefendibles y como propaladora de ocurrencias y supercherías. El fenómeno se reproduce en el mundo del espectáculo y de la cultura, en la sociología y en tantas otras zonas, y pocas facultades de excelencia están a salvo de estos macartismos impunes, que comienzan a ser enfrentados por los espíritus libres. Porque el statu quo, con sus prepotencias y desvaríos, está generando una rebelión clandestina y vigorosa”. El tipo escribe tan mal, o su subconsciente lo traiciona, que termina diciendo algo parecido a una verdad. Que es el statu quo el que opera con prepotencias y desvaríos. Alguien le podría explicar que ese statu quo, al que tal vez sueña con pertenecer, es el culpable de los males de este país, y lo conforman los mismos que lo emplean para que diga sus tristes palabras. 

Vamos a Jorge Liotti y su columna sobre la obsesión principal de los escribas de la Tribuna de Doctrina. El 08/08/2021 habla de “Las dos obsesiones de Cristina Kirchner” y cuenta que “La dama de hierro que aparece en público muchas veces exhibe una enorme elasticidad en reserva,síntoma indudable de su pragmatismo feroz”. Ojo, Liotti, que tus empleadores no se cansan de repetir que Cristina es portadora de una ideología autoritaria y nada elástica. 

Sigue Liotti: “Alberto Fernández se muestra más cómodo con este escenario que con la kirchnerización forzada que mostró durante largos meses. Se siente revigorizado después de una tremenda discusión con Cristina el martes previo al cierre de listas, en donde logró resistir la ofensiva sobre su jefe de Gabinete y cuyas secuelas continúan hasta hoy con una fuerte tensión entre ellos”. Uno se pregunta en qué rincón estaba oculto Liotti cuando esa presunta discusión se producía. Porque como es costumbre, no hay ni una mínima prueba que avale lo que dice. Es así porque lo dice LA NACIÓN y basta. 

Otra frase que choca con lo que el pasquín de don Bartolo viene sosteniendo hace años, es la que cuenta que “A partir de evaluar esta situación de extrema fragilidad social, Cristina envió emisarios a establecer contactos preliminares con algunos de los principales referentes opositores, incluido el entorno de Horacio Rodríguez Larreta y jefes legislativos, para avisar que después de las elecciones ambos sectores deberían dialogar sobre cuestiones troncales. Esa tarea de interlocución recayó en el Congreso en Máximo Kirchner y Sergio Massa, quienes en la intimidad compartieron la intranquilidad por el clima social. El otro emisario fue Wado de Pedro, el silencioso canciller de las decisiones que importan”. ¿Cristina dialoguista? Es casi como reconocer que LA NACIÓN mintió todo este tiempo, en el que la acusó de dictadora, totalitaria y disparates por el estilo. 

Cuenta el escriba sobre el escenario electoral que “En la provincia de Buenos Aires 16 de los primeros 20 lugares son kirchneristas con PCR. ‘Hace dos años hicimos una lista para ganar; ahora una lista para conservar’, señala un funcionario de segunda línea. La vicepresidenta quiere blindar la posibilidad de fugas si el escenario político se torna adverso”. De la Vicepresidenta dialoguista a la portadora de una voluntad omnímoda que se impone sobre todos. Eso, en unas pocas líneas. Para peor, Liotti se la agarra con la oposición y dice: “En JxC el proceso fue inverso. Hace dos años exhibió nóminas sin sorpresas, pero ahora se vio forzado a un ejercicio de ampliación, para abarcar desde Margarita Stolbizer hasta Ricardo López Murphy. Fue la aplicación de la doctrina Larreta: la prioridad es que estén todos adentro, aunque se maten”. No tan malo para la oposición, parece. 

Pero la cosa sigue. “Jorge Macri refunfuña su bronca en privado mientras Patricia Bullrich no oculta su incomodidad con el desembarco de Vidal en la ciudad. Esta semana irá a presentar su libro a Jujuy, en compañía de Morales. Por si Larreta la quiere ver en la televisión”. Y más malo todavía es el cierre: “Un reciente trabajo de D’Alessio/Berensztein lo refleja en números: en el último mes bajó la imagen de Larreta, Vidal, Santilli, Carrió y Manes. Hoy la grieta más ancha está entre la dirigencia y la sociedad”. Un ataque de sinceridad, parece. 

Para volver a la normalidad de la Tribuna de Doctrina, llega Joaquín Morales Solá, el 08/08/2021. Su nota se titula “A la búsqueda de la clase media enojada”. El cronista del genocida Operativo Independencia arranca diciendo que “Alberto Fernández está ya en modo electoral. A la clase media baja y la baja les ofrece las compras en cuotas con el Ahora 12 (o el Ahora 30 para algunos productos). A la clase media la beneficia también con esos planes de compras y, además, intenta seducirla con un acercamiento al gobierno de los Estados Unidos, lejos de sus aliados de los últimos tiempos: Nicaragua, Venezuela y Cuba”. ¿De dónde saca don Joaquín que un acercamiento a los Estados Unidos incidiría favorablemente en el electorado del Frente de Todos? Sin contar que nunca los cronistas del neomitrismo pudieron dar algún dato concreto sobre el acercamiento de marras (o el alejamiento previo, ya que estamos). Eso sí, nunca hay que privarse de mencionar a Nicaragua, Venezuela y Cuba. No olvidar que es una nota de LA NACIÓN. 

Ahora hay que ocuparse de la Reina Maléfica, así que Morales sostiene que “Cristina Kirchner se ocultó detrás de las cortinas. No está en el escenario. Ella misma sabe que su figura esirritativa para grandes sectores de la clase media”. Se ve que los escribas del pasquín no se leen entre ellos. Se contradice Morales con la nota de Liotti que ya comentamos. “El objetivo fundamental del Gobierno es la seducción de una parte de la clase media. Néstor Kirchner solía decir que el peronismo necesita de una porción de ese sector social para ganar las elecciones. Él aspiraba a conquistarla definitivamente; su esposa prefiere ser la lideresa de una facción ideológica. Un alumno de Kirchner, Alberto Fernández, sigue las enseñanzas del maestro. El enfrentamiento con Estados Unidos y la alianza con las tiranías latinoamericanas espantan a lossectores medios”. Otra contradicción con Liotti. Cristina lideresa de una facción ideológica.

 A ver, cualquiera que entienda un poco de política sabe que los dirigentes son líderes de quienes tienen su misma manera de ver el mundo, que eso es la ideología. No van a capitanear las tropas enemigas. Lo que ocurre es que es la ideología de Cristina la que disgusta a Morales Solá. Todo aquel que piense que corresponde ampliar el universo de derechos del pueblo, distribuir equitativamente las riquezas, y poner al Estado al servicio de la sociedad, es portador de una ideología contraria a lo que han sostenido, desde la fundación por Bartolomé Mitre en adelante, la derecha argentina y su Tribuna de Doctrina. ¿Qué puede tener de malo ser portador de una ideología? En realidad, de un modo u otro todos lo somos, porque todos tenemos una opinión forjada en la visión del mundo que portamos. Hasta Morales Solá tiene su propia ideología, conservadora y refractaria a toda mejora de las condiciones de vida de las mayorías, por lo que expresa en sus notas. Lo que cabe discutir no es si alguien tiene o no ideología sino lo que esa ideología significa en la vida de un país. 

Ese debate que la derecha rehúye, porque tendría que hablar de los desastres que causó en los años que gobernó al país. Siempre fiel a los intereses del país que mejor expresa su manera de pensar, Morales Solá advierte que “El gobierno de Biden tiene una política exterior dura cuando promueve la vigencia de los derechos humanos, de las libertades públicas y privadas y del sistema democrático. Sullivan se lo explicó sin eufemismos al presidente argentino”. Caramba. ¿La reanudación de los bombardeos a Siria es la manera de promover la vigencia de los derechos humanos para Biden? ¿Y a Morales Solá le parece bien ese modo de actuar? Pero es peor aún la visión del columnista sobre los asuntos internos del país. Porque muy suelto de cuerpo dice que “La corrupción impune es otro tema que escandaliza a la clase media. No hay cambios sobre eso, salvo el de ordenarle al impolítico ministro de Justicia, Martín Soria, que también se escabullera detrás del escenario. Arrogancia y bravuconadas son actitudes que los sectores medios aborrecen. Soria comete las dos cosas. Desde que murió el juez Claudio Bonadio, hace un año y medio, no hubo ningún otro juez con su decisión y dedicación para investigar hechos de corrupción”. ¿Soria es arrogante y bravucón y Bonadío era un juez decidido y dedicado? Digámoslo sin eufemismos. No hubo en la historia del Poder Judicial, que no es precisamente una historia de santos ni de vidas ejemplares, juez más corrupto ni menos amigo del derecho que Claudio Bonadío, capaz de inventar teorías absurdas como la del derecho creativo, que en la práctica significaba que no le importaban las leyes ni las garantías si se trataba de perseguir al odiado kirchnerismo. Un tipo tan peleado con el ideal de justicia que podía encarcelar personas diciendo que las cosas fueron más o menos así. 

Cuando se trata de administrar justicia, las cosas son o no son, no se trata de que al juez le parezcan más o menos así o asá. Ese personaje, cuyo accionar causó tanto daño, es un juez ejemplar para Morales Solá. Si ese es el ejemplo a seguir para el escriba, poco se puede añadir. En un seminario sobre seguridad hemisférica, organizado por las fundaciones Taeda, del ex montonero y actual vendedor de armas Mario Montoto, amigo de Patricia Bullrich y su pareja Guillermo Yanco, y Finint, de Juan Félix Marteau, ex encargado de la oficina de Combate contra el Lavado de Dinero del Ministerio de Justicia durante el macrismo, y mencionado en los Wikileaks como informante de la Embajada de Estados Unidos (cable 1257 del año 2009), decía Bonadío: «Cuando yo digo ‘derecho procesal creativo’ son instituciones que no son técnicamente cosas del Derecho Procesal Penal pero que están en el derecho positivo argentino. Di el ejemplo de la aplicación de la intervención de una sociedad anónima de particulares. Fui el primero en hacerlo pero, bueno, era la única herramienta que encontré en el Código Procesal Civil y Comercial. Esto se aplica mucho ahí pero no en los jueces penales. Sin embargo, después, mi colega Ercolini ha hecho una cosa parecida en la causa Hotesur”. Cosas que no integran el orden jurídico pero que el juez pistolero las aplicaba igual, seguido por el juez que cerró la causa sobre Papel Prensa sin llamar a declarar a los imputados ni prestar la más mínima atención al cúmulo de pruebas sobre la apropiación ilegal de la empresa por parte de la sociedad integrada por LA NACIÓN y Clarín. 

Morales Solá agrega: “La causa de los cuadernos, la más explícita, probada y testimoniada sobre la corrupción en la anterior era kirchnerista, aguarda desde noviembre de 2019 que el tribunal oral fije la fecha del comienzo del juicio. Es una de las últimas cosas que hizo Bonadio: concluir la investigación y enviar la causa a juicio oral y público”. La causa de las fotocopias de cuadernos que aparecían y desaparecían según los intereses del gobierno de Cambiemos, es tal vez la demostración más acabada de la utilización de los tribunales para perseguir y encarcelar opositores, y de la complicidad de los medios de comunicación con esa tarea, en la que Bonadío fue acompañado entusiastamente por un fiscal que hablaba de la sortija que permitía la libertad de los imputados, que no era otra cosa que arrepentirse y echarle la culpa a Cristina Fernández de Kirchner. 

Bonadío llamaba trabajo sucio a las indagatorias, efectuadas en su mayoría sin cumplir con el recaudo de dejar registro audiovisual de las mismas, tal vez porque sabía que esas indagatorias nada tenían que ver con la idea de dar al imputado una oportunidad de defenderse, como lo establecen los principios más elementales del derecho procesal y de las garantías del debido proceso. Morales concluye atacando a Alberto Fernández, expresando que “En días recientes, el Presidente aseguró públicamente que los jueces deberían estar solo un tiempo en sus cargos. Metió más miedo. El jefe del Estado se olvidó del precepto constitucional que protege la estabilidad de los jueces. El viejo profesor de Derecho suele olvidarse con demasiada frecuencia de muchos párrafos de la Constitución. ¿Se olvida o hace que se olvida? Conoce el miedo que provoca. La Asociación de Magistrados no pudo emitir una dura declaración contra esa manifestación del Presidente. Las distintas líneas internas de la agrupación solo permitieron un documento liviano, insignificante. El miedo es el sentimiento que más detesta la enojada clase media”. 

¿Qué precepto constitucional prohíbe pensar que la duración de los jueces en sus cargos debería ser acortada? ¿No prevé la misma Constitución la posibilidad de su reforma? ¿Y por qué les debería dar miedo a los jueces que alguien piense en un modo distinto de ejercer la judicatura? Los profesores universitarios, para ser titulares de cátedra, deben presentarse a concursos de oposición y antecedentes. Si los ganan, duran una determinada cantidad de años en el cargo. Pueden presentarse a renovarlo, y si se acredita que cumplieron bien su cometido se perfeccionaron en sus conocimientos y llevaron adelante una producción académica, es muy probable que continúen al frente de su cátedra. ¿Qué motivo podría impedir que un sistema similar se implementara respecto de los jueces? Seamos claros. El que busca meter miedo es Morales, aunque para hacerlo sus neuronas agarren rumbos diferentes a los de la realidad, e incluso a los de sus colegas.

 El otro expositor de las ideas de los seguidores de don Bartolo es Carlos Pagni, que el 10/08/2021 dice que “Jorge Taiana pasa al gabinete de un gobierno fisurado”. Comienza por hacer sus análisis sobre la designación de Juan Zabaleta como Ministro de Acción Social, y dice que “El desplazamiento de Zabaleta de Hurlingham al Ministerio de Acción Social libera la municipalidad de Hurlingham. Ahora va a estar Damián Selci, de La Cámpora. Es una posición importante en la primera sección electoral, donde ellos ya tienen Mercedes, y ahora conquistan este nuevo lugar en el corazón del kirchnerismo que es el conurbano”. La Cámpora es otro de los monstruos favoritos de la Tribuna de Doctrina. 

Después pasa a hablar de Jorge Taiana, y se pregunta (y se responde) “¿Qué significa la designación de Jorge Taiana? Es la designación en el Ministerio de Defensa de alguien del riñón de Cristina. ¿Cuál es el mérito de Taiana? Es haberse ido con Cristina cuando Florencio Randazzo levantó su candidatura contra Cristina en 2017”. Hay innumerables motivos que justifican la designación de Taiana, un hombre de una vasta trayectoria, que incluye su paso por la docencia universitaria, como embajador en Guatemala, como secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, como Secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, como Canciller de la Nación y como Senador, cargo que estaba ocupando actualmente. Lo que le molesta a Pagni, a LA NACIÓN y a la derecha en general, es su pasado militante, por el que estuvo cinco años preso. 

Un personaje nefasto como Fernando Iglesias publica un tuit presuntamente irónico: “Noticia bomba”, sumándose a la del escritor de libros que revisan, hacia la derecha y con escaso rigor histórico, la década de 1970, Ceferino Reato, que tuitea “Jorge Taiana. De oficial montonero a ministro de Defensa. Los 70 al mango”. Eso sí, los macartistas son los kirchneristas. Pagni no se queda atrás, y dice sobre el nuevo Ministro de Defensa que “Me gustaría centrarme en qué plantea la figura de Taiana ahí. Primero plantea una incógnita para los militares retirados, con quienes genera un clima enrarecido, porque Taiana es visto como Montonero. Lo pueden ver como veían a Nilda Garré. Los militares en actividad, los jefes de la Fuerzas Armadas, prefieren verlo de otra manera diciendo: ‘Nos ponen a alguien de gran jerarquía, peronista de paladar negro, hombre de Cristina, nos están dedicando a alguien de primer nivel’”. 

Pero a no creer que Pagni hace comentarios inocentes. Si habla de Taiana como Montonero es para comenzar los ataques contra el Ministro de Defensa. Porque a continuación dispara: “El 5 de octubre próximo es el aniversario de un episodio sangriento muy importante de la historia Argentina, que fue el bautismo de guerra de los Montoneros como ejército, tomando un regimiento en Formosa. Ahí murieron siete conscriptos y nueve montoneros. La pregunta que se hacen muchos militares es qué va a decir Taiana cuando se conmemore el aniversario del 5 octubre. ¿A quién va homenajear de los dos bandos? Los militares más duros lo toman como un test para ver qué mensaje cobija esa designación”. 

Las neuronas de Pagni siguen siempre el mismo camino, aunque no lo parezca. Porque luego de citar las presiones del futuro embajador de los Estados Unidos, Jake Sullivan, para que el gobierno no negocie con Rusia o China, dice que: “De eso está hablando el Gobierno con las potencias. De temas de Defensa. Bueno, Taiana está en esa discusión y es una incógnita. ¿Va a responder a las ideas de política exterior de Cristina o va a responder a las de Alberto?”. Pasa a discurrir sobre el malestar, cierto o presunto, que existiría con Agustín Rossi a raíz de su postulación en la interna santafesina, y concluye suponiendo que “El clima es de una tensión muy grande y, en ese contexto, la designación de Jorge Taiana al frente de Defensa es muy importante. Cristina lo debe tomar como un reconocimiento y le debe gustar que Rossi sea reemplazado por alguien parecido y que pertenece al mismo “palo” o línea política que él. Sin embargo, no sé si la vicepresidenta llega a suturar todas las diferencias que hay con un Alberto Fernández que se corta solo en muchos temas”. Jugada a muchas bandas. Taiana montonero, Rossi contra Cristina, Cristina contra Alberto. Creamos en todo lo que hable de malestar y desencuentros en el gobierno y el Frente de Todos, aunque no haya más pruebas que las palabras de Pagni. Que, honestamente, tienen tanto valor como un billete de tres pesos. 

El siguiente capítulo es contra la declaración de Internet como servicio público, proclamada por Alberto Fernández. Otra vez se pregunta el escriba: “La pregunta que se hacen, entonces, los que están al frente de la campaña electoral es ¿había necesidad de irritar, en este momento, a Clarín, Telefónica, Claro, Telecentro y al resto de empresas que manejan medios de comunicación, recordándoles que son el enemigo del pueblo y que le roban a la gente – como dijo Fernández- con las tarifas?”. La respuesta es muy fácil. El primo mentiroso de LA NACIÓN, el grupo económico que encabeza Clarín, está enojado desde siempre con este gobierno, como lo estuvo siempre con aquellos gobiernos que no cumplieron sus órdenes, que Magnetto no pide sino ordena. Así que no había que esperar de parte del pasquín fundado por Noble otra cosa que irritaciones y ataques. Para qué serviría, entonces, abandonar un proyecto que es claramente a favor de las mayorías.

 Lo que sigue es un derrotero clásico de las notas de Pagni. Decir que todo está mal entre Alberto, Cristina, Martín Guzmán, Máximo Kirchner y otros integrantes del Frente de Todos. Cualquier cosa que sirva para esmerilar al enemigo populista e impedir que triunfe en los comicios con una amplitud suficiente como para lograr la mayoría en las dos cámaras del Congreso. Al final, Pagni se las toma contra todos los políticos, y dice que “En medio de todos estos tironeos, hay una sociedad sometida al encierro desde hace un año y medio, en condiciones excepcionales de vida y con una cotidianidad trastornada: con chicos que no podían ir a la escuela, adolescentes que todavía no conocen su facultad y personas que aún no conocen a sus compañeros de trabajo”. Claro que uno debe recordar, en este punto, que lo que ocasiona todo eso es la pandemia provocada por el COVID 19 y no por los políticos.

Pero terminemos con una noticia diferente, que es muy probable que moleste a LA NACIÓN pero más a Clarín. Porque el abogado del clarinete que ocupa la presidencia de la Corte Suprema de Justicia ha sido citado a explicar sus llamadas con los integrantes de la mesa judicial del dormilón fanático de Netflix, que ha regresado al país aunque nadie, y mucho menos los candidatos de su espacio, quiera enterarse de que anda por acá. ¿Podrá explicar algo Rosenkrantz, sin comprometer a los imputados en la causa? Tal vez alegue que sus neuronas también están extraviadas y no le permiten recordar nada.