[Audio] Dengue: por qué es peligrosa la segunda infección y recomendaciones a tener en cuenta

Ante el aumento exponencial de casos de dengue en todo el país, desde el Ministerio de Salud de la Nación señalaron que el escenario es «complejo».

El último reporte de la cartera sanitaria informó que hay 9.388 casos positivos de dengue en el territorio nacional, de los cuales 8.504 son autóctonos, lo que indica que hay un alto porcentaje de circulación comunitaria.

Qué pasa cuando se contrae la infección

El dengue es una enfermedad causada por el virus de la familia Flaviviridae, que transmite a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti, y que posee cuatro serotipos: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4.

Hasta el momento, en la Argentina se detectó la presencia de tres de ellos: el 70% correspondió a DEN-1, el 27% a DEN-4 y sólo un 3% a DEN-2, según informaron desde la cartera de salud nacional.

Cuando una persona se recupera de la enfermedad, adquiere inmunidad de por vida contra ese serotipo en particular, pero una segunda picadura del Aedes aegypti, con otro serotipo, eleva los riesgos de sufrir la forma más grave de la enfermedad.

Dengue: qué síntomas pueden presentarse ante una reinfección

• Dificultad respiratoria
• Extravasación de plasma
• Hemorragias graves
• Fallas orgánicas.

Los signos aparecen entre tres y siete días después de los primeros síntomas y se acompañan de un descenso de la temperatura corporal, dolor abdominal intenso, vómitos persistentes con o sin sangre, respiración acelerada, hemorragias en las encías, fatiga e inquietud.

Si bien la mayoría de los pacientes con dengue evoluciona favorablemente, en los cuadros graves, que cada año obliga a internar a 500.0000 personas en América Latina, la tasa de mortalidad es del 2,5%. Pero si se detecta a tiempo y se trata adecuadamente, manteniendo el volumen de los líquidos corporales, se puede reducir a menos del 1%.

Dengue: medidas de prevención para evitar la infección

Desde el Ministerio de Salud brindaron las siguientes recomendaciones:

• Usar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre
• Colocar mosquiteros en puertas y ventanas
• Usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.